El
marcapasos nos ayuda a controlar el
ritmo cardíaco irregular, mandando pulsos eléctricos que estimulan al
corazón y hacerlo que lata a un ritmo
normal.
También,
puede controlar un corazón que late
demasiado rápido o puede acelerar a un corazón que late despacio y coordinar las
cámaras del corazón.
Por
su parte, el desfibrilador monitorea
el ritmo cardíaco, en el momento que el dispositivo detecta un ritmo cardíaco
anormal, lo cual puede ayudar a controlar las arritmias que son un peligro,
para la salud especialmente las que pueden generar paros cardíacos.